El deporte del automóvil cuenta con una amplia historia que, desde sus albores a finales del siglo XIX hasta la actualidad, recoge las gestas de los pioneros y los avances tecnológicos a partes iguales, aunando tradición y juventud. Como no puede ser de otra manera, esos son rasgos que caracterizan al concepto TCR y que cada fin de semana se muestran en cualquiera de las innumerables carreras que se celebran alrededor del mundo.
El pasado fin de semana, la juventud siguió abriéndose camino y fue una de nuestras jóvenes promesas quien lo hizo. Miguel Romero, al volante del Cupra TCR DSG que pilota en el Campeonato de España de Resistencia, se hizo con la victoria en el trazado de Portimao, la primera de su carrera deportiva en TCR. Tras su debut en Navarra, el andaluz se hizo mayor en la pista lusa, allí donde arrancó el TCR World Tour apenas unos días antes.
Romero siguió los pasos dados poco antes allí de Mikel Azcona, de Rubén Fernández y de Felipe Fernández; pero también, de quienes antes que él han triunfado al volante de un TCR. De Jordi Gené, de Pepe Oriola o de Isidro Callejas, por decir algunos nombres. Ellos forman parte del universo TCR, de la extensa familia que en apenas unos días se enfrentará a su cita con la historia del automovilismo en uno de los trazado más exigentes que existen: Pau.
El circuito urbano de Pau es uno de los lugares de obligado peregrinaje para todo aficionado a las carreras. Situado en la ciudad francesa del mismo nombre, a los pies de los Pirineos, alberga carreras desde 1933, cuya prueba más célebre, el Gran Premio de Pau, ha sido un referente durante casi un siglo. Los TCR conocen bien esta pista legendaria -también la versión eléctrica ETCR, que vivió allí su elipsis espacio-temporal hace apenas un año-, donde el certamen europeo celebrará este fin de semana su segunda cita de la temporada.
Los centenarios virajes de Pau serán dominados por la nueva hornada de jóvenes pilotos -y no tan jóvenes- del TCR Europe, el certamen que ha coronado en los últimos años a Mikel Azcona o Franco Girolami, deportistas que hoy en día son los referentes para los aún más jóvenes que luchan cada día por emularles en el próximo futuro. De los trepidantes desniveles de Portimao a las cerradas curvas entre guardarraíles de Pau, donde los TCR alcanzan su máxima expresión como garantes del automovilismo puro, uniendo la tradición y la historia de las carreras con el progreso y el avance tecnológico.
